El impasse ciudadanista. Contribución a la crítica del ciudadanismo.

per Alain C. (Francia, 2001)

«Si la lógica de la falsa conciencia no puede conocerse verídicamente, la búsqueda de la verdad crítica sobre el espectáculo debe ser también una crítica verdadera. Tiene que combatir, en la práctica, entre los enemigos irreconciliables del espectáculo, y admitir estar ausente allí donde lo están ellos. Son las leyes del pensamiento dominante, el punto de vista exclusivo de la actualidad, que reconoce la voluntad abstracta de la eficacia inmediata cuando se arroja hacia las concesiones del reformismo o de la acción común de los restos seudo-revolucionarios. Con ello el delirio se reconstituye dentro de la misma posición que pretende combatirlo. Por el contrario, la crítica que trasciende el espectáculo, debe saber esperar

Guy Debord, La Sociedad del Espectáculo.

Las tesis que se presentan a continuación no pretenden decir la última palabra sobre el tema que tratan. Son más bien un conjunto de pistas que en algunos casos podrán ser seguidas, profundizadas, y en otros, sencillamente abando-nadas. Si logramos dar algunos puntos de referencia (históricos, entre otros) a una crítica que todavía se busca a sí misma, alcanzaremos plenamente nuestro fin.

Asimismo pensamos que ni este texto ni ningún otro podrá, por la sola fuerza de la teoría, derribar el ciudadanismo. La verdadera crítica del ciudadanismo no se hará sobre el papel, sino que será el resultado de un movimiento social que deberá forzosamente contener esta crítica, lo que no será, ni de lejos, su único mérito. Es el orden social al completo lo que será puesto en cuestión a través del ciuda-danismo, precisamente porque éste orden lo contiene.

El momento nos parece adecuado para iniciar esta crítica. Si el ciudadanismo, en sus inicios, ha podido mantener cierta confusión alrededor de lo que era realmente, hoy en día, sin embargo, se ve forzado debido a su propio éxito a avanzar cada vez más a cara descubierta. A más o menos corto plazo deberá mostrar su verdadero rostro. Este texto trata de anticipar este desenmasca-ramiento, para que por lo menos no nos pille desprevenidos y sepamos reaccionar de forma apropiada.

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Crear, luchar, vivir

por Pedro García Olivo.

¿Qué hay detrás de sus rostros; qué enigma de la banalidad, de la insignificancia, de la docilidad? Isaac Babel, Diario de 1920.

I) Doble rostro

Cuando Karl Jaspers escribe “La vida es la ocasión para un experimento. Pero el hombre moderno está obsesionado con liberarse de la libertad”, define su lugar en una tradición crítica que cabe rotular así: “El combate contra la Predestinación”.

Porque tan antigua como la Predestinación misma es el combate contra la Predes-tinación – he aquí dos fuerzas que atraviesan toda la historia cultural de Occidente.

Desde el principio, la “predestinación” mostró una doble naturaleza, si no un rostro partido, como en el sugerente cuadro de Matisse. De un lado, se da la predestinación allí donde la vida es mecánica, “dictada”, previsible, casi una “pseudo-vida” que nos sería otorgada con insalvables “instrucciones de uso”: una existencia “vegetal”, “mineral”, “maquínica”, por recordar la calificación de Emil Cioran. De otro, ese título señalaría un devenir vital estrictamente “obediente”, “sumiso”, “dócil”, “conformista”, adherido a todos los poderes, a todas las dominaciones, a todo Lo Establecido, “enigmático” a su manera. Continue reading

¿Qué es la salud?

por Anacleta Bird y Josep Gardenyes

«La gente muere aquí de malnutrición, no por hambre, sino por obesidad. Muchos occidentales la sufren en su día a día. La comida que comemos ha sido descrita como ‘anti-nutritiva’ por algunos nutricionistas -importada, empaquetada con materiales tóxicos, y producida por una maquinaria de agricultura industrial masiva (suelos pobres e insecticidas)-. La comida rápida y las chucherías no son comida. La comida que comemos no nos sana, nos hace daño. El conocimiento y proceso de cultivar, cosechar y recolectar nuestra comida también se ha perdido -junto con el proceso curativo de estas actividades, nuestra conexión con la naturaleza y la sensación de autonomía sobre nuestras necesidades básicas y supervi-vencia- (…) Ya no recordamos cómo curarnos a nosotrxs mismxs. Incluso si nos acordáramos, las enfermedades producidas por la sociedad tecno-industrial probablemente estén fuera del alcance de los remedios tradicionales, y la industrialización ha eliminado muchas de las plantas que empleaba la medicina natural. [Vivimos en] un desierto agrícola e industrial.» Beyond Amnesty.

Tendemos a confundir salud, sanidad y medicina. Salud es una capacidad inherente; medicina es un arte y una ciencia [1]; la sanidad es una estructura que engloba unos servicios sanitarios. La definición presentada por la Organización Mundial de la Salud dice que «la salud (del latín salus) es el estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de enfermedad o molestia». Podríamos definir la salud como el estado físico-emocional en el cual se encuentra una persona y varía según el momento. Se podría decir que es una capacidad inherente al organismo. Toda persona viva que por tanto tenga organismo tiene salud. Continue reading