por Pedro García Olivo.
¿Qué hay detrás de sus rostros; qué enigma de la banalidad, de la insignificancia, de la docilidad? Isaac Babel, Diario de 1920.
I) Doble rostro
Cuando Karl Jaspers escribe “La vida es la ocasión para un experimento. Pero el hombre moderno está obsesionado con liberarse de la libertad”, define su lugar en una tradición crítica que cabe rotular así: “El combate contra la Predestinación”.
Porque tan antigua como la Predestinación misma es el combate contra la Predes-tinación – he aquí dos fuerzas que atraviesan toda la historia cultural de Occidente.
Desde el principio, la “predestinación” mostró una doble naturaleza, si no un rostro partido, como en el sugerente cuadro de Matisse. De un lado, se da la predestinación allí donde la vida es mecánica, “dictada”, previsible, casi una “pseudo-vida” que nos sería otorgada con insalvables “instrucciones de uso”: una existencia “vegetal”, “mineral”, “maquínica”, por recordar la calificación de Emil Cioran. De otro, ese título señalaría un devenir vital estrictamente “obediente”, “sumiso”, “dócil”, “conformista”, adherido a todos los poderes, a todas las dominaciones, a todo Lo Establecido, “enigmático” a su manera. Continue reading